Pratdip

La villa tiene una leyenda que indica que los alrededores del pueblo estaban habitados por unos animales llamados dips, que acabarían dando nombre a la localidad.

Pratdip está situado en la vertiente sur-occidental de la sierra de Llaberia. A primera vista, destaca el castillo que corona el pueblo pero también se conservan dos hermosas torres cuadradas de defensa de la muralla antigua y la notable iglesia parroquial, gótica con portada románica. Destaca también, en su término municipal, el santuario de Santa Marina, de gran devoción en la zona, con fuentes de agua medicinales. El término ocupa 36,05 km2. La altura de sus tierras va de los 100 m a los 862 m del Mont-redon, que pertenece a la sierra de Llaberia. El pueblo creció alrededor de una colina a 245 m de altura. Confluyen dos barrancos, el de la Dòvia y el de Santa Marina. En sus campos encontramos avellanos, olivos, bosque, frutales y, a los pies del pueblo, un conjunto de huertos que dan un aire muy agradable y bucólico.

Historia

Pratdip, conocido por la gente de los alrededores y del mismo pueblo como El Prat, es un topónimo de origen prerromano, según Joan Coromines. El pueblo está citado en las bulas de Anastasi IV en 1154 y en la de Celestí III, en 1194. Pratdip perteneció a la baronía de Entença. En la época medieval el Hospital, el actual Hospitalet de l'Infant, cobraba diversos derechos sobre Pratdip.

Como casi la mayoría de pueblos del Camp, Pratdip sufrió la llegada de tropas durante la guerra del Francés. En 1822 los realistas sublevados se encerraron en una casa de las afueras. Mientras duraron las guerras carlistas, el castillo se convirtió en un fortín. En 1846 el pueblo vivió las consecuencias de un terremoto, lo que hizo que la población huyera hacia la parte alta del pueblo.

La villa tiene una leyenda que indica que los alrededores del pueblo estaban habitados por unos animales llamados dips, que acabarían dando nombre a la localidad. Se parecían mucho a los perros, tal como puede verse en su representación en el retablo antiguo de Santa Marina. Se dice que estos dips salían por las noches y, como si fueran perros vampiros, se alimentaban de la sangre del ganado del pueblo.

Lugares de interés

Los lavaderos

Los lavaderos de la villa, en muy buen estado de conservación, recuerdan las duras condiciones en las que vivían los habitantes de los pueblos antes de la llegada de la luz y la aparición de los electrodomésticos. Sin embargo, todavía hoy muchas mujeres de Pratdip los utilizan para lavar algunas prendas de ropa y para hacer, con los vecinos y vecinas, un poco de cotilleo.

La iglesia

De visita obligada es la iglesia parroquial de Santa Maria, que tiene elementos góticos como la bóveda del ábside o la portalada románica restauradas en 1959. Los retablos fueron quemados en 1936.

Las torres y el castillo

Entre las casas sobresalen dos torres cuadradas, la de Cal Capet y Portal, que sirvió de prisión, y la de Ca la Torre. Las dos formaban parte de la muralla que protegía el pueblo medieval. El castillo, junto con la villa, formó parte de la baronía de Entença primero y, más tarde, del condado de Prades. Deshabitado desde el siglo XVII. Durante las guerras carlistas sirvió de fortín y hubo un destacamento permanente.

La ermita de Santa Marina

La ermita de Santa Marina del siglo XVIII está a unos 4 km de la villa en dirección a Llaberia. Es un lugar muy concurrido y de renombre en el territorio, de gran devoción popular. Es también un lugar de salida y llegada de diversas excursiones.

El conjunto de la ermita está formado por cinco edificios; la ermita, la casa de la fuente, la casa de los ermitaños, la casa grande y el antiguo balneario.