Castell de La Selva - Castell del Paborde

El Castillo de la Selva fue durante siglos la residencia señorial de los prefectos de Tarragona y los arzobispos de la metrópoli. Pertenecía a la Pavordia del arzobispo de Tarragona, y probablemente se edificó a finales del siglo XII. Era una residencia muy frecuentada por el pavorde, pero hacía, principalmente, de almacén de frutos secos y de los diezmos.

En 1411 el papa Benet XIII decretó la supresión de la pavordia y el Castillo fue administrado directamente por el arzobispo de Tarragona y en el s. XVI se amplió el edificio con unas construcciones con finalidades residenciales y con un piso superior al que se accedía por una escalinata.

La acción de las Cortes Constituyentes durante el Bienio de 1822 acabó, de hecho, con los señoríos. Esta obra se complementó con las leyes desamortizadoras de la mitaf del siglo XIX, i así el castillo de la Selva pasaría a propiedad del Común de la villa. 

Pasando per diversos usuarios después de la desamortización eclesiástica, el Castillo, el edificio patrimonial más grande del pueblo se había convertido en una ruina con la que han convivido los selvatanos durante décadas.

Finalmente, en una bonanza económica municipal, el Ayuntamiento, entrado el nuevo milenio, decidió tirar adelante un proyecto ambicioso como era el de restituir el monumento y darle una función de uso público de acuerdo con su identidad, un equipamiento cultural de primer orden.

 

Turismo de congresos

Espacios destinados a servicios culturales, se dispone de salas preparadas para conferencias, reuniones, bodas civiles, etc.

La sala de la bodega mayor tiene una capacitad de 132 persones (11 hileras de 12 butacas), y un escenario de 45.06 m². Dispone de megafonía y de todo lo necesario para proyecciones audiovisuales.